viernes, 24 de junio de 2011

CIUDADANO DEL MUNDO

Ayer paso algo que me hizo recordar. Sentado cenando en la calle, frente a mis ojos atropellaron a un perro. No era un perro bonito, ni de raza elegante, con rimbombantes curvas o despampanante pedigree. Un simple perro, como miles.

El animalito se paró como pudo y se apartó del asfalto, aullando de dolor. Difícilmente pude quitarle los ojos de encima y tratar de no escucharle gemir de dolor. Aún siento el hueco en el corazón. Y como mi mente repetía como un mantra “Recuerda. No puedes salvarlos a todos. Recuerda que no puedes.”. Pero eso no me quita la congoja.

Hace años hubiera corrido a él. Lo hubiera levantado, lo hubiera llevado al veterinario, lo hubiera tratado de curar. Esa parte de mi naturaleza creo que nunca se irá. Y el no poder realizarla me llena de congoja.

Pero no puedo salvarlos a todos. No puedo. No solo. Tengo que repetírmelo todos los días cuando se me van las cabras al monte y trato de hacer cosas como esas. Como darle dos pesos a gente que se me acerca porque se murió la abuela, porque se esta rehabilitando, porque no tiene qué comer. Me aguanto no darle a los niños, porque sé que alguien más lo envía a pedir para mantener un maldito vicio, aun cuando tiemblo de rabia de que le están destrozando la infancia.

Un día escuché a una celebridad decir, que era ciudadano del mundo, porque era de todos lados, vivía temporadas en muchos países.

Pensé “Si es ciudadano del mundo, debe dolerle la gente de todos los lugares del planeta. Toda la miseria humana. Eso debería significar ser ciudadano del mundo”

Sí. Esa es mi definición de ese popular término. Para serlo, hay que ser émpata con la Humanidad. Deber importante en la medida de tus posibilidades lo que acontece en este lugar, que es la parte que a mí alguna vez se me estaba desbordando. Poner tu grano de ayuda en los problemas locales, en los acontecimientos mundiales, en las causas que puedas pelear.

No se puede ser humano sin ser ciudadano del mundo. No se puede ser humano sin que te duelan los que están a tu cuidado como los animales y el planeta. No se puede ser humano sin que te duelan los otros siete billones de humanos en el mundo, sin que te duela la gente que muere de hambre en África, los que mueren en guerras estúpidas y fratricidas en Medio Oriente, sin que te duelan los 40,000 mexicanos que han muerte por culpa de la guerra del narcotráfico, sus innumerables desaparecidos, sus viudas, sus huérfanos, sus madres desconsoladas, sus padres demudados.

Por eso somos ciudadanos del mundo. Porque no podemos cerrarnos al mundo, porque no podemos ignorarlo, porque tenemos que hacer algo por él , porque tenemos que tomar una causa y abanderarla. Sólo una causa, por lo menos.

No podemos estar en todas las guerras. No podemos estar en todos los frentes.

Escojamos uno y defendámoslo. Ese es el sentido de la unidad.

Algunas de las causas que podemos abanderar:

Cartoon Network y un Kilo de Ayuda juntos combaten la desnutrición infantil.

La marcha contra la violencia sexual contra las mujeres: La Marcha de las Putas en Morelia

Guía de separación de desechos sólidos y reciclaje hecha por el IPN

Santuario para perros Milagros Caninos

Fundación “Sólo por ayudar A.C.” de Lolita Ayala

Fundación Lazos A.C. para la educación.

martes, 14 de junio de 2011

LA TORTUGA EN EL POSTE

Un joven está paseando por la plaza de un pueblo y decide tomar un descanso.

Se sienta en un banco, ocupado por un señor de más edad. Naturalmente, comienzan a conversar sobre el país, el gobierno y finalmente sobre los Legisladores y similares.

El señor le dice al joven - "¿Sabe? LOS LEGISLADORES Y DEMÁS, SON COMO UNA TORTUGA EN UN POSTE."

Después de un breve lapso, el joven responde - "No comprendo bien la analogía... ¿Qué significa eso, señor?"

Entonces, el señor le explica: "Si vas caminando por el campo y ves una tortuga arriba de un poste de alambrado haciendo equilibrio

¿Qué se te ocurre?"

Viendo la cara de incomprensión del joven, el hombre continúa con su explicación:

  • Primero: No entenderás cómo llegó ahí.
  • Segundo: No podrás creer que esté ahí.
  • Tercero: Sabrás que no pudo haber subido solita ahí .
  • Cuarto: Estarás seguro que no debería estar ahí.
  • Quinto: Serás consciente que no va a hacer nada útil mientras esté ahí.

"Entonces lo único sensato sería ayudarla a bajar."

EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES , HAGÁMOSLO BIEN, TRATEMOS DE QUE NINGÚN ANIMAL SUBA AL POSTE.