lunes, 21 de junio de 2010

DOS AÑOS YA

El News Divine cerrado. Ortega, Zayas y Chiguil, libres. Los peritajes de la ONU dicen que todos murieron por asfixia por compresión torácica, no por golpes contusos. La misa por ellos se hizo el sábado.

Ericka está muerta. Eso es lo único que pienso ahora.

jueves, 17 de junio de 2010

LAS CRUCES

¿Cuando habrá nacido la tradición de ponerle cruces al lugar donde murió alguien?

Por lo menos, yo no lo sé. Pero siempre que paso cerca de una, me detengo a leer el nombre, restar las fechas para conocer su edad y el mensaje que deja la familia. Es una manía que tengo.

Hay una frente a la esquina de mi casa, de un niño que hoy tendría mi edad. Mi padre lo vió morir atropellado. Yo sólo vi el cuerpo inerte y a su padre llorándole.

Hay dos más, en la siguiente calle. Ahí balacearon a dos integrantes de la ASE, mientras degustaban un taco de carnitas. Teníamos la misma edad cuando murieron. Vi los cadáveres tirados contra la pared y la cinta canela que pusieron para acordonar la escena.

Siguiendo por la Avenida, en el primer retorno, antes del semáforo, sobre el camellón. Una cruz marca donde cayó un muchacho de 16 años en una motoneta. A él yo lo vi caer, una noche lluviosa, cuando me iba de fiesta. Estuvo en el corrillo que se formó, y verifiqué que ya no respiraba, bajo la lluvia.

En la esquina donde esta la escuela Quality, había una, que fue retirada. Una señora fue atropellada y el que lo hizo, huyó. Yo la vi tirada, a media avenida, cuando iba a la secundaria, en una posición antinatural.

En el semáforo, junto al a tienda, en el pavimento hay un bote de lámina, que casi tapa una cruz de madera. Esa es la cruz del Tribi.

El Tribi era vecino mío. Creo que nunca entablamos una conversación, mas que aquellas tres tristes frases que intercambiamos cuando quiso cobrarme el uso de suelo por estacionarme fuera de mi casa un domingo. Le señalé que yo vivía en ese lugar, se rió y dijo “No hay bronca güero, usté es banda”.

Versiones de su muerte hay muchas: que maloreó a una muchacha, que pretendió asaltar la tienda o a algún transeúnte. Desconozco cual es al correcta. Lo balearon y quedó tirado en el lugar que hoy marca la cruz. Yo vi la mancha de sangre escurriendo por la banqueta al otro día y una foto en un periódico.

Ayer, caminando por la avenida, pasé por el semáforo, como todas las noches. Esta es la imagen que vi.

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Alguien no lo olvida. A diferencia de las otras, no faltan flores en esta.

Hoy, caminando, encontré esto fuera de la casa de una amiga

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Y yo solo pienso, que ya hay demasiadas cruces en este país. Que si es normal haber visto tantos muertos ya, porque estos solo engloban algunos de los que he visto. Y ni siquiera soy paramédico o policía; simple transeúnte.

Mi país no era esto. Mi país, en verdad, NO ERA ESTO. Y me llena de rabia pensar, que la vida humana en mi país, ha dejado de valer algo. Que valoramos mas el dinero, el poder, la banalidad, antes que las cualidades que tiene la humanidad.

Estoy empezando a detestar levantarme y ver en los periódicos sangre. Mirar la televisión y mirar sangre. Escuchar la radio y oír de sangre.

Más miedo me da, que se me está empezando a hacer normal ese tipo de noticias. Me crispan los nervios, me enferman. Pero se me estan empezando a hacer normales. 96 personas asesinadas en esta semana en hechos del narco, en ejecuciones, ¡se me están empezando a hacer normales!!!. Eso no debería ser.

¿Cuando a mi país dejó de importarle su gente? ¿Y hasta cuándo va a parar?

Yo, no lo sé.

Mi esperanza, es esperar tiempos mejores.

lunes, 7 de junio de 2010

UN SUEÑO EN STEREO

Debo haber tenido aproximadamente 8 años. Jugaba con un avión de madera que el Inge me había hecho, en el suelo de mi cuarto.

Y entonces la escuché. Ya la había oído antes, pero fue la primera vez que le preste atención.

“Yo, caminaré entre las piedras

hasta sentir el temblor

en mis piernas . . . . ♫”

Bajé por la escalera. Mi padre, sentado ante el Estéreo. Me senté en el último escalón, con la barbilla en las rodillas y mirando al suelo, escuché el resto de la canción.

Cuando terminó, le pregunté quién era. La respuesta: “SODA STEREO”.

Soda Stereo ha estado presente toda mi vida. Yo me rifé el reto eterno de ellos contra Caifanes, idiotez de los fanáticos. Que me perdone Saúl Hernández, pero siempre le dieron ciento y raya a su agrupación. No creo que haya un fanático del rock en español que no sepa quiénes son, y que no se prenda al oír los acordes de En la ciudad de la Furia, Nada personal, Signos o Primavera 0. Pasé mi adolescencia oyendo Canción Animal, Zoom , Luna Roja, Entre Caníbales y Ella usó mi cabeza como un revólver.

Cuando se separaron en 1997, pensé que nunca los vería en vivo. En el momento que anunciaron su tour “Me verás volver” en 2007, yo hubiera sido el primero en el Foro, pero maldito destino que se ensaña con uno. No pude ir a verlos. Pensé “Ya tendré ocasión. Esto no ha acabado”

Y hace cosa de un mes, Cerati. Ni explico, todos saben lo que pasó.

Hay gente que cree que muchos tuvimos una reacción desmedida ante su enfermedad. Puede que así sea, no lo negaré. Ni lo conozco, ni creo conocerlo algún día, aunque me fascinaría. Algo debe haber en esa cabeza, donde salieron letras de ese calibre.

Pero creo que mucho reaccionamos ante el cambio, ante el hecho de que su música nos ha acompañado a través de este viaje llamado vida, se termine. Aún como solista, Puente, Crimen, Adiós, Tabú, Paseo Inmoral, Hoy ya no soy yo y Cosas imposibles, son canciones que tarareo cuando camino a casa.

Si. Fue ese miedo al cambio. Miedo a que ya no este con nosotros para acompañarnos con su inspiración. Eso es lo que nos mueve a desear que este bien y volverlo a ver en un escenario, ese miedo egoísta. Yo me conformo con que esté bien, de una manera que su vida considere el mismo que puede seguir siendo buena. Eso es lo que le deseo, por lo que su música me ha dado.

Lo que tenia que regalarme con su ella, los recuerdos que tengo con ella, esos van conmigo siempre.

Y sé que cuando salga de trabajar hoy, mientras maneje, iré cantando a voz en cuello:

Nadie me vió partir, ¡lo sé!!

nadie me espera . . . ♫”

Ah, Master . . .

Gracias . . . ¡Totales!!