¿Cómo podría alguien querer desprenderse de la vida siendo tan divertida?
"Mi gente ya no esta hijo. Mis padres, mis hermanos, incluso alguno de mis más queridos sobrinos. Estoy sola".
" Pero estamos nosotros abuela".
Sólo sonrió, acarició mi cabello y dijo que fuéramos a cenar.
La abuela se fue unos años después, en paz, en su ataúd de madera junto a su marido, con un gesto de paz en su rostro como pocas veces lo he visto.
Ojalá cuando me toque, sienta esa paz de dormir aquí y despertar en algún otro lugar.
Ojalá.
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