viernes, 4 de noviembre de 2011

NO CULPES A NADIE

No te quejes de nadie, ni de nada,

porque fundamentalmente

tú has hecho lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo

y el valor de empezar corrigiéndote.

El triunfo del verdadero hombre

surge de las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,

enfréntala con valor y acéptala.

De una manera u otra es el resultado de tus actos

y prueba de que tú siempre has de ganar.

No te amargues con tu propio fracaso

ni se lo cargues a otro,

acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.

Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar

y que ninguno es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado,

así como la causa de tu futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,

de quien no acepta situaciones,

de quién vivirá a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo,

y tus problemas, sin eliminarlos, morirán.

Aprende a nacer desde el dolor

y a ser mas grande que el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo,

y serás libre y fuerte, y dejarás de ser

un títere de las circunstancias,

porque tú mismos eres tu destino.

Lévantate, mira el sol por las mañana y respira la luz del amanecer.

Tú eres parte de la fuerza de tu vida. Ahora despiértate,

lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida;

nunca pienses en la suerte,

porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

Pablo Neruda.

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