lunes, 26 de octubre de 2009

LAS SIETE VIRTUDES DEL BUSHIDō

En su forma original, se reconocen en el bushidō siete virtudes asociadas: Rectitud, Coraje, Benevolencia, Respeto, Honestidad, Honor y Lealtad. Todo Samurái debe conocerlas y cumplirlas al pie de la letra por su propia voluntad. Nadie más que él mismo puede obligarle a seguirlas:

  • Rectitud ( gi?, decisiones correctas)

Sé honesto en tus tratos con todos. Defiende la justicia, no existen media justicia ni algo de honradez , sólo existe lo correcto y lo que no lo es considéralo incorrecto.

  • Coraje ( ?)

Nunca temas actuar pero hazlo con inteligencia, reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

  • Benevolencia ( jin?)

Tus actos deben ser en beneficio de todos, ten compasión por los demás y ayuda a sus compañeros en toda oportunidad.

  • Respeto ( rei?)

No seas cruel, solo necesitas demostrar tu fuerza si dudas de ella. Se cortés incluso con tus enemigos. Un samurái recibe respeto no sólo por su valor en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.

  • Sinceridad ( Makoto?)

Toda promesa es un hecho y en ese sentido carece de sentido es solo el enunciado de una actitud.

  • Honor (名誉「 Meiyo?)

Eres el juez de tu honor. Nadie puede ocultarse de sí mismo.

  • Lealtad (忠義 Chūgi?)

Eres parte de un todo y debes actuar en consecuencia. Los actos de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.

Al cumplir estas virtudes, el samurái era considerado un hombre de honor. La espada ceremonial de un clan era llevadas no por el Shogun, sino por el samurái que mejor ejemplificara estas cualidades.

Un Ronin, al no haber cumplido el suicidio ritual del sepukku al morir su daimyo, rompía con la virtud de la lealtad, el valor supremo, y por lo tanto, era un hombre indeseable. No me parece lógico. Existen veces que por más que hagamos todo lo posible por hacer lo correcto, eso no alcanza. Equivocarse es un placer humano. Y el Ronin escogía de que modo aplicaba estas virtudes.

Y por eso el Ronin, al final, era mas apegado al pueblo nipón. El único que los defendía contra un sistema corrupto de castas.

Quisiera pensar que estas virtudes son aplicables, aún en tiempos modernos. Pero la verdad, es que los Ronin tenian razón: Nunca nada es blanco o negro. A veces, hay que torcer un poco los códigos, para lograr lo correcto. A veces, para hacer un bien, tendrás que hacer un mal.

"Yo hago la guerra, para que mis hijos puedan hacer la paz". No recuerdo quién lo dijo.



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