viernes, 10 de septiembre de 2010

DIARIO DE GUERRA 16-13-56/10-09-2010

Después de haber faltado a trabaja el día de ayer, pensé que encontraría esto hecho una mezcolanza de problemas y enredos. No fue así. El azar fue pródigo conmigo y nada que pudiera ser seriamente una falla sucedió. Da gusto saber que por lo menos todo lo que he trabajado en este tiempo para que el sistema funcione hasta en caso de que yo me incapacite 15 días, ha servido de algo.

Fue un día raro ayer. En verdad lo fue.

Es de esos que no esperas tener, hasta que aparecen reptando a la puerta de tu casa, pidiendo pasar por favor. Cosas que no esperaba sucedieron ayer, en una escalada de maniobras por parte del Destino hasta el día de hoy, que me tienen bastante sorprendido.

Jamás pensé que tuviera que multiplicarme tanto. Trabajo, familia, salud . . . y ahora “esto”.

No, “esto” no me lo creo. Nunca pensé que pasaría.

Bien dicen, que se oyen más plegarias por los deseos concedidos, que por aquellos que no fueron escuchados. Pero bueno, ni en mis sueños más locos, pensé que sucedería.

Bueno, ni modo a capotear.

Próxima parada, Panteón Rococó. Siguiente parada, Big Red. Última parada, Avalon.

No hay comentarios:

Publicar un comentario