jueves, 26 de marzo de 2009

MICKEY Y LOS MILAGROS DE LA ESPECIE HUMANA

Mickey, al momento que escribo esto, tiene 9 meses, 29 días, 17 horas y 3 minutos de haber nacido. Como toda la última generación de la familia, nació en Ecatepec. El ya no es chilango, como yo dejé de serlo hace ya 26 años.

No soy bueno para esperar, pero cuando mi hermano y mi cuñada me dijeron que el venia, esperé 9 meses para verlo. O sea que biológicamente, Mickey tiene 18 meses, 29 días , 17 horas y 9 minutos de vida.

Hace un mes y medio, descubrió que tenía dos dientes, y con ellos rompió su chupón. Hace un mes, descubrió que puede hacer ruidos por teléfono y que alguien le responderá al otro lado. Hace dos semanas, descubrió que tenia dos manos, y podía chocar una contra otra para aplaudir. Hace tres días, fui testigo de cómo descubrió que podía pararse solo agarrándose de los barrotes de su cuna.

Con toda nuestra tecnología, no hemos logrado que la Inteligencia Artificial haga otra cosa más que calcular millones de jugadas de ajedrez (por repeticiones iterativas al infinito), que reconozca caras (por mediciones de puntos distribuidos en el rostro) y que sea capaz de caminar en línea recta en dos pies sin caerse (el robot Asimo, en Japón). Y Mickey reconocía la cara de su madre al día siguiente de haberla visto, o medio visto, porque en ese momento, solo veía figuras borrosas.

¿Quién hizo el sistema operativo de este niño? ¿Qué le permite aprender, discernir y reír? ¿Qué hace que sus 900 grs. de cerebro tengan mas capacidades que nuestras mejores computadoras? Y no sólo el suyo, el de nuestra especie.

No soy católico fan, pero, se me hace difícil creer que el Azar creó una especie tan compleja. Es más, no puedo creer que el Azar haya creado la vida de la nada de una síntesis de elementos dispersos en el infinito Universo. No puedo creer que la fé solo sea el miedo a lo desconocido, a lo incontrolable, a lo inconmensurable. Así que con el perdón de la concurrencia, seguiré pensando en un Principio Creador basado en la evolución de un diseño inteligente.

Seguiré pensando que la vida es un milagro, y cito “es un milagro que se puede compartir”, así como mi familia lo comparte con este niño.

Mickey tiene 18 meses, 29 días 17 horas y 50 minutos de vida. Y cuando lo veo reír pienso, que la biología aun no encuentra la razón por la cual los animales reímos.

Tal vez, después de todo, si hay una Chispa por ahí ;-)


( Y Joseph se aleja de su computadora silbando:

"Si el diablo tiene cuernos ♫/
la serpiente, cascabel ♪/
Mickey tiene una sonaja ♫/
pero nadie la puede ver . . . . ♫ "
)





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