viernes, 28 de enero de 2011

ESCRIBO PARA SABERME

Yo no sé escribir. Lo declaro con la mano en el corazón, porque decir que sé escribir es insultar a aquellos que han cursado alguna carrera que llame a las buenas letras. No, yo no sé escribir.

Yo sé de reglas gramaticales, de tildes , acentos y diéresis. De conjugaciones verbales y tiempos extraños. Sé de versos endecasílabos, rimas sonantes y asonantes, de escribir haiku en el tiempo libre. Y aún así, no sé escribir.

Yo escribo por manía. Comencé a escribir hace muchos años, no por la necesidad de expresarme. Lo hice por el placer de ver la tinta correr a través de la pluma fuente que me regaló mi padre, sobre el blanco papel. A pesar de mi letra poco hermosa, siempre tuve atracción por el practico contraste entre la tinta negra y el papel, como se deslizaba la punta cromada dejando su firma a través de un texto.

A veces sólo escribía miles de veces mi nombre. A veces sólo conectaba palabras inconexas entre si. Muchas ocasiones escribí el nombre de alguien más.

Crecí, y ello me encontré una herencia de mi abuelo: una máquina de escribir mecánica. Aún siento como retumba en mi el poderoso sonido de un tecla impactando contra el rodillo de goma mientras desplaza el carro. Recuerdo su rítmico golpeteo mientras mi madre redacta los oficios del abuelo. Con ello, adoré el sonido de la máquina. Comencé a escribir en ella, en los reversos de oficios legales, de cuentas por cobrar, de hojas de contabilidad. Mi placer es ver la letra plasmada.

Hoy escribo en el Ethernet. Es un medio masivo para comunicarte con el mundo. Hoy escribo para expresar algo, al fin. Pero soy egoísta. No escribo para comunicarme. Escribo para entenderme, para razonarme. Realizo esto porque al ver la palabra escrita de lo que viene de mi mente, entiendo un poco más quién soy. Arrojo luz sobra las sombras que moran en mi cabeza.

Cuando me veo escrito, comprendo a veces lo que soy, lo que siento, porqué reacciono y cómo reacciono. En un ejercicio pleno de honestidad me escribo como mi mente me imagina, me describe y suscribo conmigo mismo. A veces escribo como me sueño, como me vivo y como me pierdo.

Pero al final es un ejercicio patente de egoísmo, más no de egocentrismo ni de egolatría.

Soy yo, explicándome como soy. Y si al mundo de algo le sirve. Heme aquí.

En mis propias palabras.

1 comentario:

  1. pues para no saber escribir, lo haces muy bien y agradezco el momento en que me diste a conocer tu blog porque me he hecho tu fan, porque lo que escribes, aunque lo haces para ti, a mi me encanta, me sirve, me ayuda a reflexionar y a conocerte... porque cada que leo uno de tus blogs me doy cuenta de que a pesar de los 21 años (espero no errar en mis cuentas) de conocernos y ser buenos amigos (espero ásí me consideres, pues yo a ti sí) te conozco poco y gracias a esto te conozco cada vez más, gracias por compartir este blog conmigo, por permitirme leerte y estar cerca de ti por este medio. Sigue haciendolo por que, como ya dije, me declaro TU FAN!!!!
    ATTE. La Topo

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