viernes, 9 de abril de 2010

A ORILLAS DEL PACÍFICO

Es que este mar es tranquilo, tranquilo, a comparación de otros. Por eso se llama Pacífico – le expliqué

¿Y tu conocej otro mar aparte de ejte?

No muchos – Como si existieran muchos. Como si los conociera todos. – El Caribe. El Atlántico. El mar de Cortés, si gustas tomarlo como tal.

No. De ejoj no he oido. No je donde ejtan. Pero este es el mar maj bonito del mundo para mi

En este momento es precioso. Con la Luna reflejada, se ve hasta la Roqueta. Oye, ¿no les dice nada la policía de que tomen cerveza en la playa? –

No. Están más preocupados porque los gringos pasen bien la fiesta. En esta época ni noj pelan. ¿De veras no quieres una cerveza? Aunque seas chilango, no hay problema – esbozando una media sonrisa.

Gracias, de veras. Pero no es necesario. Otro vaso de agua de coco estaría perfecto

Ejta bien. ¡Jany!! Otro vaso de agua de coco, ¡porja!! – La verdad, me desternillaba de risa su acento. Mezcla de fresa de Polanco y lanchero ofreciendo paseos. Pero simpática.

Eres un chilango ejtraño. Ninguno sabe cómo se llama ejte mar. Solo vienen a ordenar, a empedarse y a tratar de ligarnos a las acapulqueñas

- ¡Je!- traté de no reírme – No lo dudo. Pero eso no lo harían solo los chilangos. Lo intentaría cualquier hombre con sangre en las venas. Debe de haber un par más de mexicanos de toda la república así como yo. – repliqué ufano, conteniendo la risa.

Quién sabe – me dijo, aguantándose la risa también- Pero sígueme contando de ese lugar, Teotihuacán, y su pirámide del Sol, y de la Luna, y de la Calzada de los moridos. Yo nunca he salido de Acapulco, y no je de esoj lugares.

Yo siento que sé muy poco del mundo. De vez en cuando, el mundo se encarga de recordarme, que hay gente que sabe menos que yo y de la suerte que he tenido de saber lo que sé, y de ir a donde he ido.

Y aun así, hay tanto del mundo que aún tengo que ver. La experiencia humana es tan extensa, tan variada, tan rica. Tan poco el tiempo, que ese día me pregunté ¿Como abarcarlo todo? ¿Cómo conocer y experimentar más?.

Creo que es, un paso a la vez, y sin apresurarse. Y conocer gente que enriquezca esa experiencia humana. Todos tienen algo que enseñarnos; eso ya se me había olvidado.

Hasta una chica que nunca ha salido de Acapulco, cuyo sueño es conocer Los Ángeles.

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