lunes, 19 de abril de 2010

Y TODO SEA POR EL ROCK & ROLL

Genial el Corona Fest.

En verdad, fue una experiencia. Viví un concierto con  . . .  ¿como los llamo Rocco? Ah, la “Gente del Viento”.

Vivir un concierto de Rock con mis coterráneos fue toda una experiencia. Son la gente más maleducada, molesta y ofensiva que me he encontrado. Pero fue I-N-C-R-E-I-B-L-E.

Creo que pocas veces me siento tan, tan vivo, como mezclado en la inmensa multitud apestando a guarumbo, a sudor, a mariguana y a pachuli, desgañitando la garganta al son de los tambores y los riffs de una guitarra enloquecida. Pocas veces siento tanta adrenalina, como estar en medio de todos, siendo uno con la inmensa masa de gente que repta en el aire como un enjambre, como un ente único., con vida e imaginación propia.

Si. Nunca tan vivo como en un concierto de rock.

Pero de estos. No es lo mismo, ver a los Cadillacs, sentadito, en tu butaca, en pleno Auditorio Nacional, a verlos en un Vive Latino, en un Auditorio de Tlanepantla, un Centro Cívico de Ecatepec.

No, en verdad, no es lo mismo.

Pero bueno. Hay tanto lugares a donde no he ido a conciertos. El Deportivo Villacoapa. El foro Alicia. La explanada de la 30-30. Si, tantos que aún nos faltan.

Y esto esta sólo que empieza.

Es una experiencia que vale la pena repetir. Una y otra, y otra, y otra vez.

Hasta que el cuerpo aguante, como dice el buen Miguel Ríos, el abuelo de Rock and Roll.

Y que viva el Rock & Roll ¡chingao!!!

 

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